Las termitas también son conocidas como hormigas blancas. Se trata de una clase de insectos que se alimentan sobre todo de madera y de otros materiales ricos en celulosa. Tienen la capacidad de devorar este tipo de superficies e incluso acabar con ellas pese a que parezcan inofensivas.
Por lo general suelen tener mucha presencia en los climas tropicales e incluso en climas más templados, lo que ha permitido además su afianzamiento en zonas urbanas, sobre todo en espacios con una cierta humedad.
Debido a su tamaño y color es posible que pasen inadvertidas, aunque el daño que pueden llegar a causar a las estructuras de las construcciones resulta muy preocupante. Suelen establecerse en pilares, marcos de puertas o ventanas durante años, sin que se detecte su presencia. Se irán nutriendo de la madera que encuentren a su alrededor, ya sea de los rodapiés o muebles. Incluso llegan a penetrar en la estructura de los edificios por medio de los muros o cimientos. De ahí la importancia de realizar revisiones ante la más mínima sospecha y eliminar termitas antes de que el problema se agrave.
Los daños que pueden causar estos insectos dependen, en cierta medida, de los elementos de celulosa que tengan a su alcance en el interior de la vivienda. Cuando se trate de una casa con una estructura de madera, la presencia de termitas subterráneas puede llegar a causar el desplome de la construcción. Por eso la necesidad de actuar con celeridad para acabar con ellas.
Cómo distinguir a las termitas
Las termitas se consideran insectos sociales, que viven en colonias. Presentan un tono blanquecino, con un aspecto muy parecido al de las hormigas. Se compone de cabeza, tórax y patas, pudiendo adoptar distintas formas en el interior del termitero. En su refugio pueden llegar a vivir más de 2 millones de insectos y siguen, por lo general, un sistema de organización muy similar al que pudieran seguir las abejas.
Básicamente habría que distinguir entre tres clases de termitas: las subterráneas, la de madera húmeda y la canaria de la madera seca. Las primeras tienden a anidar en el subsuelo y llegan a desgastar las construcciones de abajo hacia arriba, realizando túneles en paredes y otros elementos de las viviendas. Están consideradas las más peligrosas.
Únicamente se acercan a los materiales con celulosa para hacerse con el alimento que compartirán con los individuos de su colonia que viven bajo el suelo.
Las termitas de madera húmeda consumen sobre todo madera, troncos en descomposición y madera enterradas. Es posible que en algún momento lleguen a alimentarse de las estructuras sanas de una construcción. Sus comunidades llegan a rondar los 4.000 individuos. Por su parte, las de madera seca buscan su refugio en la propia madera, anidando en ventanas, puertas o muebles. Aunque presentan un desarrollo muy lento, con el tiempo generan daños cuantiosos en la vivienda.
¿De qué se alimentan las termitas?
Las termitas se alimentan sobre todo de celulosa de madera. Siguen casi siempre el mismo método de actuación. Van arrasando con ella de dentro hacia fuera. A veces, con un leve golpe, la madera se puede deshacer como si se tratara de papel. Sin lugar a dudas, sería una clara advertencia de la presencia de estos insectos en nuestra casa. No hay que pensárselo dos veces y habría que ponerse en manos de especialistas para eliminar termitas.
Lo habitual es que se centren en la madera seca, pero también pueden consumir hierbas, plantas en descomposición o vegetación. Aunque suene un tanto extraño, esto es así debido a que cuentan con celulosa. No tienen reparo en devorar todo aquello con celulosa, ya sea papel o aglomerados.
¿Cómo prevenir la aparición de termitas en una casa?
Hay que permanecer muy atento a una serie de signos que nos indicarán la presencia de termitas en el hogar. Aunque pueda parecer algo sin importancia, el daño que llegan a provocar es muy importante. Su presencia pasa prácticamente desapercibida para los residentes en la vivienda, pero es preciso eliminar termitas antes de que se produzca una posible invasión.
En primer lugar es preciso acabar con los problemas de humedad. Encuentran el hábitat perfecto en este tipo de condiciones. Resulta muy importante hallar el origen del problema para encontrar una solución con inmediatez y así manejar distintas alternativas para acabar con ellas.
Una segunda propuesta pasa por colocar cebos para termitas en el caso de que sospeches de su presencia. Las empresas de control de plagas se encargarán de ello, ya que este tipo de trampas no se venden al público.
En la medida de lo posible hay que tratar de alejarlos los elementos con celulosa del suelo. Optamos por situarlos sobre una repisa o en otro lugar con una cierta altura tratando de que no permanezcan en contacto con el suelo. Siempre que se pueda hay que tratar de ponerles las cosas complicadas.